FREAKS II

Nota sobre la mesa redonda “La retribución del artista”

Centro Cultural Conde Duque, 13 de nov de 2006

 

Diagnosticar las patologías que han conducido al arte español al estado de cataclismo en que se encuentra es difícil. Hay muchos síntomas visibles: el aislamiento respecto al sistema artístico internacional, la desaparición de los artistas españoles de los grandes circuitos, la percepción que desde dentro tenemos del arte como problema, la crisis y estancamiento del Reina Sofía…, incluso la falta de discursos antagónicos es un síntoma de enfermedad. Si hay algo en lo que todos los agentes artísticos están de acuerdo es que en esto no funciona. Vivimos una situación de catástrofe y la mejor opción para un español que se quiere dedicar al arte, sea como artista o como cualquier otra cosa, es irse de España, llámese emigración o exilio.

 

Para nuestra clase política, y por desgracia para una amplia parte de nuestra sociedad que ha acabado por formar su esfera pública en torno a un irreal mundo de “famosos”, la cuestión del arte es irrelevante. Incluso la ministra de cultura ha llegado a manifestar que del arte contemporáneo ya se ocupan las galerías, relegando una parte esencial de la actividad creativa de la sociedad a su dimensión más pedestre y reaccionaria, el comercio. En realidad la ministra, como todos nosotros, debería estar preocupada de que el espacio común de los españoles, el espacio simbólico donde nos encontramos y reconocemos, donde se da algún tipo de diálogo social, sea el de la televisión basura y el famoseo.

 

Es lamentable la incapacidad de la sociedad española para crear un espacio simbólico donde pueda darse algún tipo de articulación entre el pasado y el presente, algo difícil en nuestro caso, pero imprescindible, y alguna pauta de diálogo entre clases sociales, géneros, nacionalidades, y ahora también etnias, culturas y creencias. Hace pocos días una encuesta desvelaba que la mitad de los españoles cree que no hay dos Españas, y la otra mitad sí. ¿Puede haber un resultado más absurdo?

 

Sin embargo la comodidad de gobernar sin antagonismos ha hecho que los políticos de los sucesivos gobiernos haya preferido sofocar la energía creativa de la sociedad, sirviéndose del putrefacto estado en que muchas instituciones públicas habían quedado tras la dictadura, véase la Universidad, de los malos hábitos que han sobrevivido a la transición, pero sobre todo de la opacidad y el silencio de esa misma transición, que ha impedido a los españoles pensar y hablar sobre sí mismos durante otras tres décadas.

 

Es en este contexto en el que se plantea la cuestión del sistema de apoyo a la creación en Madrid, y la necesidad de una voluntad política firme para romper estructuras cada vez más corruptas. Pero los ponentes de la mesa sobre la retribución del artista fueron inmisericordes.

 

José Antonio Díaz Martínez, portavoz de cultura del PSOE, se comprometió a multiplicar las ayudas a la creación. Pero si no existen. ¿No está diciendo, como Bart Simpsom, multiplícate por cero? O se refiere a que aquellos que tienen los conductos adecuados recibirán más ayudas a dedo, pero que los que esperan un sistema regulado, claro y con criterios comprensibles, seguirán sin ayudas. Porque la CAM ayudar, ayuda, aunque no sepamos cómo. Si uno que tiene un espacio con varios años de trayectoria, o que ha montado un festival y lleva varias ediciones, se acerca a Alcalá 31 y pregunta por convocatorias de ayuda a las artes visuales, le dicen que no hay de eso. Pero luego el logo de la CAM y lo de la suma de todos aparece en exposiciones, festivales, ferias y guateques. ¿Es esto lo que el PSOE promete multiplicar?

 

Yo me atreví a afirmar que es un escándalo que en Madrid no haya un sistema de apoyo a la creación ni una infraestructura de centros de arte comparable, por ejemplo a la de la ciudad de México. Pero para el señor Díaz Martínez las infraestructuras de este tipo en Madrid son excelentes, y pese a que le insistimos unos y otros que no, el sabe que sí, y la opinión de un grupo de profesionales no le va a hacer cambiar de idea. Finalmente, tras defender la gestión de Esperanza Aguirre en cultura, de asegurar que el 1% de las obras públicas se dedica eficazmente al arte, y mantenerse firme en lo de las infraestructuras, nos animó explicándonos que se está haciendo mucho por el arte, por sensibilizar a la sociedad, apoyarlo y promoverlo, y pone como ejemplo…

¡Que se está construyendo una escuela de circo en Leganés!

 

En conclusión, el portavoz del PSOE dice a la comunidad artística de Madrid algo así como “¡Multiplícate por cero, payaso!»

 

Beatriz Rodríguez-Salmones, portavoz de cultura del PP, llegó tarde a la mesa, y le pilló un poco por sorpresa el lío que se estaba montando. No pudo escuchar ni la intervención de un veterano artista que narró como ya en los 70 su generación había planteado exactamente los mismos problemas con exactamente las mismas propuestas, y que era aterrador ver que en casi 40 años no se ha avanzado ni un milímetro, ni la mía denunciando el intervencionismo de los políticos en la cultura, la corrupción que eso ha generado y la necesidad de crear un sistema de apoyo que nos equipare por lo menos a países como México y Eslovenia.

 

La portavoz del PP intentó reconducir el debate a cuestiones técnicas de derechos de autor, pero el público y la parte “civil” de la mesa, quizás impresionados por la encuesta de AVAM, seguimos insistiendo en cuestionar el papel que juegan los políticos en la creación artística, y en demandar transparencia y eficacia en un futuro sistema de apoyo a la creación, de manera que finalmente nos desveló el plan de su partido, que no tiene nada que envidiar de el del PSOE: el PP quiere centralizar todo el sistema de apoyo en el MNCARS, para que funcione a nivel estatal. ¿Qué quiere decir esto?

 

1º Que se saca este debate de la campaña de las elecciones municipales y autonómicas, porque corresponde al estado español y habrá que discutirlo cuando se acerquen las generales.

2º Que la pelota está en el tejado del PSOE, ya que el Reina Sofía es un museo nacional.

3º Que el PP pretende restar competencias a las autonomías, porque si yo no lo he entendido todo mal los últimos 25 años, éstas tienen competencia en el materia de cultura. En la CAM, por ejemplo, hay una Consejería de Cultura y Deportes.

4º Que como el Reina ya está echado a perder es el mejor sitio para que vayamos todos a pudrirnos.

 

Y todos los que estábamos allí, convertidos en payasos y multiplicados por cero, nos quedamos tan atónitos que ya no supimos que contestar.

 

En definitiva, la cultura sólo sirve para que la sociedad tenga una forma de reconocerse a sí misma y de entender las transformaciones que sufre, para desarrollar un pensamiento crítico con el que abordar los problemas comunes; las artes y las letras deben proporcionar las palabras y las imágenes con que se comunica cada generación, y crear ese espacio común que describí al principio. La debilidad de nuestro sistema artístico es proporcional a la desarticulación de la sociedad española, al enajenamiento colectivo y a una incapacidad creciente para encontrar bases para el diálogo. Pero quizás estos políticos que nos han tratado siempre con tan poco respeto – el desprecio al intelectual y al artista es otra triste herencia de la dictadura – saben bien que a falta de un tejido cultural integrador, crítico y realmente democrático, los problemas que genera la pérdida de cohesión social se pueden solucionar con el uso puro y duro de la fuerza, enviando a los antidisturbios a repartir un poco de leña. La historia les ha enseñado que es mucho mejor vencer que convencer.

Deja un comentario